La novela describe la situación de una familia Palestina que vive en un pequeño pueblo rural. Ichmal, un genio en matemáticas, es el hijo mayor. Él tiene doce años cuando a su padre lo llevan a la cárcel, y se siente responsable de ganar dinero para que su familia pueda vivir.  

La historia del protagonista, que se desarrolla hasta la década de los 70 años, muestra cómo los israelíes se han adueñado de los territorios que pertenecían a los palestinos. Los que antes vivían de sus tierras, ahora tienen que trabajar, ganando un suelo muy bajo, para quienes se las han arrebatado.

La vida de Ichmal muestra su lucha por la supervivencia y el afán de superación, que le llevan a elegir otros caminos, a pesar de la oposición de algunos miembros de su familia, a quienes quiere con toda su alma y envía casi todo el dinero que gana, quedándose con lo imprescindible para vivir.

Se trata de un libro ameno, interesante, que trata una situación muy dura, contada con gran  sensibilidad y belleza. No hay palabras disonantes ni obscenas. No cansa en ningún momento, se desea leer de un tirón y al mismo tiempo da pena terminarlo.

Merece la pena leerlo, sin lugar a dudas.