Javier de Navascués es catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Navarra. Además de dominar la historia del descubrimiento de América, es un escritor magnífico y tiene un sentido del humor que hace sonreír una y otra vez a quien lo lee. Con todos estos ingredientes el libro nos lleva a conocer, de una forma muy amena, una realidad ignorada por la inmensa mayoría de las personas, tanto de España como de otros países.
En lugar de hablar de Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro y otros personajes muy conocidos, se remonta a los siglos XVI, XVII y XVIII para narrar la historia de hombres y mujeres que emigraron desde España al Nuevo Mundo por motivos muy diversos: a petición de un superior (del Estado o de la Iglesia), para huir de la cárcel, para hacer fortuna, para reunirse mujeres con maridos, etc.
Cada historia es muy distinta de las demás.
Hay héroes y villanos, como en todas partes, pero predominan los héroes y esto hace que los españoles sintamos un doble orgullo: no solo por haber descubierto un nuevo continente, sino también por haber enseñado a los nativos a hablar, leer y escribir en un idioma que les permitió conocer otras culturas y comunicarse con gran parte del mundo. De allí salieron escritores tan notables como el inca Garcilaso de la Vega y Sor Juana Inés de la Cruz. Con la religión cristiana se les enseñó el respeto a las personas. Se consiguió de dejasen la costumbre de matar niños para ofrecer sus corazones a los dioses. Aunque hubo abusos, también hubo mestizaje. Los españoles (a diferencia de los ciudadanos de muchos países) no tuvieron inconveniente en formar familia con nativos del Nuevo Mundo descubierto por ellos.
He disfrutado muchísimo con la lectura de este libro y se lo recomiendo a todo el que quiera conocer las aventuras de algunos personajes que contribuyeron a mejorar el mundo en que vivimos.
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