El libro relata en tercera persona la vida de William Stoner desde la infancia hasta la muerte. Sus padres, campesinos paupérrimos, viven en el oeste americano y unos vecinos les aconsejan que su hijo estudie Agricultura en la Universidad, lo que será muy útil para la mejora de su granja. Con gran esfuerzo económico y la ayuda de unos parientes que lo alojan en su casa, el chico se matricula en esa carrera. Pronto se da cuenta de que la gente que le rodea va mejor vestida y sigue unas normas de educación que él no ha recibido, pero poco a poco se va acoplando a este nuevo estilo de vida. Un día asiste a un seminario de Literatura donde el profesor habla con entusiasmo de la poesía.

Stoner descubre en ese seminario algo maravilloso, hasta entonces desconocido para él y decide cambiar de carrera sin decir nada a sus padres. Cuando termina sus estudios de Literatura y vuelve a la granja, les dice que ha estudiado otra carrera y que ha conseguido un puesto de profesor en esa universidad, de modo que no les podrá ayudar en las tareas del campo. Lo explica de forma delicada porque sabe que esto les hace sufrir. Ellos lo aceptan con tristeza, pero no protestan por la decisión de su hijo.

Trabaja el resto de su vida como profesor y pronto se hace amigo de dos colegas, con los que comparte ratos de ocio; las conversaciones que mantiene con ellos son las normales entre tres amigos. No hay en ellas nada especial, pero es un disfrute leer (casi diría escuchar) cómo se tratan entre ellos, de qué hablan, cómo es cada uno. A lo largo de su vida sufre los choques normales con algunos profesores, perfectamente descritos y perfectamente comprensibles. Él no se enfrenta con nadie ni busca vengarse. Actúa siempre con delicadeza y humildad, aunque no se deja pisar por otros colegas.

Wiliam Stoner es un hombre normal, con una vida llena de pequeños éxitos y fracasos, de choques involuntarios con otras personas. Su matrimonio resulta muy difícil y para él supone una carga, más que un lugar de reposo y felicidad. Él acepta las contrariedades con paciencia y resignación, sin vengarse de quien las provoca. 

El relato es profundamente humano, conmovedor y entrañable. Aunque no ocurre nada especial, resulta extraordinaria la forma de relatar la vida sencilla, sin pretensiones, de un hombre inteligente y bueno que pasa por situaciones muy difíciles. Es un libro que se disfruta al leerlo, a la vez que hace llorar. El autor consigue dejar una huella muy profunda en el corazón de quien lo lee. 

No es una obra de las más conocidos y nunca he visto el libro mencionado entre los que "hay" que leer. A mí me ha parecido una auténtica joya literaria y recomiendo vivamente su lectura.

Aunque el idioma original es el inglés, está traducido al español y editado en 2014 por Baile del sol.